El uso de edulcorantes bajos en calorías conlleva a la disminución de la ingesta de energía, según un denso corpus de evidencias

Declaración de la ISA en respuesta al estudio de Tey et al.

En contra de lo que establece un denso corpus de evidencias que demuestran que los edulcorantes bajos en calorías conducen a la reducción de la ingesta de energía y la pérdida de peso1, un nuevo estudio publicado en el International Journal of Obesity2 sugiere que no se encontró diferencia en la ingesta de energía diaria total tras el consumo de bebidas edulcoradas bajas en calorías y bebidas azucaradas.

El estudio realizado por Tey et al. no puede aportar prueba alguna de estas afirmaciones en un comunicado de prensa3 que sugiere que «La energía “almacenada” con la sustitución del azúcar por un edulcorante no nutritivo no fue totalmente compensada en las comidas siguientes«. Un gran número de ensayos clínicos aleatorios publicados en las últimas tres décadas, realizados en muchos grupos de personas diferentes, ha demostrado que cuando se consumen precargas de edulcorantes bajos en calorías, los participantes no la compensan comiendo más en su comida o cena y presentan niveles similares de saciedad a los obtenidos cuando consumen su precarga de sacarosa con mayor contenido calórico. 4, 5, 6

Lo más importante, las limitaciones de este estudio, incluyendo la naturaleza del breve plazo del ensayo (un día), deben tenerse en cuenta a la hora de interpretar los resultados del estudio. Los propios autores mencionan que «cuando los resultados se reúnen, la evidencia parece sugerir que el uso de edulcorantes no nutritivos no conduce al sobreconsumo» y que «este no puede ser confirmado en el estudio actual dada la naturaleza intensiva del ensayo.» Asimismo, otra limitación importante del estudio es los datos alimentarios facilitados por el mismo para comidas posteriores cuando los participantes se marchaban del lugar de realización del estudio (después del almuerzo). Sorprendentemente, y en línea con otros estudios, solo se observó una compensación energética parcial (22-32%) a la hora del almuerzo (la única comida que consumían los voluntarios bajo supervisión en el lugar de realización del estudio), lo que realmente muestra que la sustitución del azúcar por edulcorantes bajos en calorías conduce a la reducción de la ingesta de energía en la comida siguiente. En relación con el descubrimiento del estudio de que los voluntarios compensaban la energía “almacenada” al final del día del ensayo, este no puede ser demostrado por los resultados de este estudio puesto que la ingesta alimentaria fue solo presentada en casa después de la hora del almuerzo, lo que supone una importante limitación del estudio.

El papel beneficioso del uso de edulcorantes bajos en calorías en la reducción de la ingesta de calorías y el control de peso, se confirmaba claramente en la reciente revisión sistemática y meta-análisis realizados por Rogers et al1, que analizaban el resultado de 56 ensayos de corto periodo y nueve estudios de largo periodo en relación con la ingesta de energía como punto final, y concluían que las conclusiones de la literatura coinciden en que el uso de edulcorantes bajos en calorías conducen a la disminución de la ingesta de energía y la pérdida de peso. En concreto, los estudios de corto periodo muestran que el consumo de edulcorantes bajos en calorías como sustituto del azúcar revela sistemáticamente una reducción de la ingesta energética en el corto plazo, al contrario de lo que se sugiere. También, a diferencia del problema de que los edulcorantes bajos en calorías pueden aumentar la ingesta de manera intensa con la estimulación de la ingesta energética posterior con edulcorantes u otros mecanismos7, la ingesta de energía no varía en el caso de los edulcorantes bajos en calorías frente a la del agua o productos no azucarados. Asimismo, en todos los casos de los ensayos controlados aleatorios más largos, el uso de edulcorantes bajos en calorías conduce a una reducción de la ingesta de energía. En particular, no se incluyó ningún ejemplo de un ensayo de intervención con exposición mantenida donde el uso de los edulcorantes bajos en calorías condujera a un aumento relativo en la ingesta energética media o el peso corporal.

A la vista de la epidemia de obesidad, los edulcorantes bajos en calorías pueden jugar un papel importante a la hora de ayudar a las personas a reducir su ingesta de azúcares y calorías. Los alimentos y las bebidas con edulcorantes bajos en calorías pueden ofrecer una gran variedad de productos con sabor dulce con un contenido calórico bajo o inexistente que puede servir para perder peso y mantenerlo.

  1. Rogers PJ, Hogenkamp PS, de Graaf K, et al. Does low-energy sweetener consumption affect energy intake and body weight? A systematic review, including meta-analyses, of the evidence from human and animal studies. Int J Obes 2016; 40(3): 381-94
  2. Tey S, Salleh NB, Henry J, Forde CG. Effects of aspartame-, monk fruit-, Stevia-, and sucrose-sweetened beverages on postprandial glucose, insulin and energy intake. Int J Obes 2016; Dec 13. doi: 10.1038/ijo.2016.225. [Epub ahead of print]
  3. https://www.eurekalert.org/pub_releases/2016-12/s-sas121316.php#.WFENEVJBIgE.email
  4. Drewnowski A, Massien C, Louis-Sylvestre J, Fricker J, Chapelot D, Apfelbaum M. The effects of aspartame versus sucrose on motivational ratings, taste preferences, and energy intakes in obese and lean women. Int J Obes Relat Metab Disord 1994; 18: 570–578
  5. Van Wymelbeke V, Beridot-Therond ME, de La Gueronniere V, Fantino M. Influence of repeated consumption of beverages containing sucrose or intense sweeteners on food intake. Eur J Clin Nutr 2004; 58: 154–161
  6. Anton SD, Martin CK, Han H, Coulon S, Cefalu WT, Geiselman P et al. Effects of stevia, aspartame, and sucrose on food intake, satiety, and postprandial glucose and insulin levels. Appetite 2010; 55: 37–43
  7. Mattes RD, Popkin BM. Nonnutritive sweetener consumption in humans: effects on appetite and food intake and their putative mechanisms. Am J Clin Nutr 2009; 89: 1–14