Los edulcorantes bajos/sin calorías no aumentan el riesgo de diabetes tipo 2

Bruselas, de abril de 2025: A la luz de la nueva investigación observacional sobre las mezclas de aditivos alimentarios y el riesgo de diabetes tipo 2, la Asociación Internacional de Edulcorantes (ISA) destaca la evidencia existente que indica que los edulcorantes bajos/sin calorías no afectan el control de la glucosa ni aumentan el riesgo de diabetes tipo 2.

El análisis actual de los datos de la cohorte NutriNet-Santé no proporciona evidencia causal de que el consumo de edulcorantes bajos/sin calorías, o una mezcla de aditivos alimentarios que los contenga, aumente el riesgo de diabetes tipo 2. Por su naturaleza, los estudios observacionales no pueden establecer una relación de causa y efecto. Los propios autores reconocen que “no se puede establecer causalidad basándose únicamente en este estudio observacional”. Teniendo en cuenta las asociaciones débiles observadas en esta investigación, es muy probable que los factores no medidos y el sesgo residual (factores no considerados o controlados en la investigación) sean problemas significativos en este estudio. Además, estas pequeñas asociaciones pueden deberse a la causalidad inversa (lo que significa que las personas con diabetes recurrieron a los edulcorantes para controlar su enfermedad, y no al revés).

Específicamente,  la investigación colectiva   sobre edulcorantes bajos/sin colorías, que son  algunos de los aditivos alimentarios  más estudiados a nivel mundial, no muestra evidencia de un vínculo causal entre el consumo de edulcorantes bajos/sin  calorías y el desarrollo de diabetes y respalda la afirmación de que los edulcorantes bajos/nulos en calorías, por sí mismos, no afectan los niveles de glucosa en sangre ni los niveles de insulina (Diabetes UK, 2018; Greyling et al, 2020).

Todos los aditivos alimentarios aprobados, incluidos los edulcorantes, deben pasar por una rigurosa evaluación de seguridad antes de que puedan ser utilizados en alimentos y bebidas. De acuerdo con los requisitos legislativos de la UE, las evaluaciones se realizan sobre aditivos individuales, a menos que la EFSA reconozca la necesidad de evaluar los posibles “efectos combinados” de mezclas químicas (EFSA, 2019).